Traición, aventura y romance, emociones en la Nebrija
7:00. Hoy tenía una reunión con el profesor y el resto de gente de lo que va a ser esa mini plantilla digital para los proyectos de la Red Nebrijos, Nebrija Digital y el Congreso de Ciberperiodismo. He madrugado hora y media sólo para eso, recordemos que participo con el perfil de “muy voluntaria”. El metro estaba atascado, llego 20 minutos tarde y se han ido. La reunión se pospone a las 13.30. Rabia. Hora y media en blanco. Bueno, vale, leyendo, ¡pero podría haber estado durmiendo! 10:30. Dos asignaturas por medio. 13:30. En la reunión, el profesor se escandaliza porque no me hayan dado beca. A mí no me sorprende que no me la hayan dado porque no me apunté para obtenerla después de que me dijera que ya no había posibilidades de que me la dieran cuando realmente la gente aún se estaba apuntando. Me irrito. 13:50. Expongo en inglés mi presentación sin aliento. No me salen las palabras, pero el tema tiene éxito. ¿Adivináis cuál es? Weblogs, sí, Amparo. Los 10 minutos que debían durar la presentación se convierten en 30. A la gente le hace gracia que explique que para encontrar weblogs la gente no suele navegar tanto por directorios, sino más por los enlaces que ofrece cada blog. 15:00. Sin comer, Nani me espera. Cogemos la cámara y grabamos las primeras declaraciones para el reportaje de una asignatura. 17:50. Autobús. En el metro me acuerdo de que tengo que hacer una llamada. No lo he contado, pero la profesora de periodismo internacional, la que habló de eso del periodismo preventivo, me propuso que podía viajar a Costa Rica a un congreso (con lo que me gustan) sobre el tema. Contaré más cuando la cosa parezca me parezca más real. Además, no me gusta anunciar cosas así de chulas cuando se pueden caer en el último momento. El caso es que hablo con el organizador esta tarde (esa era la llamada que había olvidado hacer) y me pide el número de pasaporte. 19:00. Comisaría de Santa Engracia. Olga hace cola para sacarse el pasaporte. Esto es sólo lo que me ocurre a mí, pero el título del post es un guiño a la cantidad de cosas raras que últimamente pasan en mi clase y que no tienen mucho que ver con el periodismo. Pero vamos, que esto parece una telenovela. Menos mal que yo estoy un poco fuera y si tengo un papel es el de confidente.
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