Radios comunitarias, licencia para practicar
Tengo este post en la despensa desde hace siglos. Quería hablar de las radios comunitarias y no sabía por dónde cogerlo. Entonces, el otro día una amiga me ofreció colaborar con una y, después de añorar lo divertida que es la radio, entendí que podía sugerir estas emisoras como forma de practicar. Así que es un lugar especialmente indicado para vivir la radio más ciudadana y menos comercial, sufrir la exposición continua, encontrar un buen lugar donde experimentar y trabajar la propia iniciativa… donde probablemente te abran la puerta aunque tengas 14 años. Jo, qué pena no tener más tiempo… Olga navega por usted:
No se someten a la lógica del dinero ni de la propaganda las emisoras que así se denominan. Su finalidad es distinta, sus mejores energías están puestas al servicio de la sociedad civil. Un servicio, por supuesto, altamente político: se trata de influir en la opinión pública, de inconformar, de crear consensos, de ampliar la democracia. En definitiva -y por ello, el nombre- de construir comunidad.
Así es como las definen en la página de la AMARC, una ONG internacional al servicio de las redes comunitarias que agrupa a 3.000 miembros de 106 países.
José Ignacio López VigilHistóricamente la filosofía de la radio comunitaria es la de permitir expresarse a los que no tienen voz, de servir de portavoz de los oprimidos (se trate de una opresión racista, sexista o de clase social) y, en general, de ofrecer una herramienta para el desarrollo.
Quizás las radios comunitarias, por lo poco que sé, no son un lugar demasiado exigente para practicar. No tienes la tensión, como en los medios tradicionales, de que los profesionales contratados te examinen hasta las caries. Pero tiene algo que muchas veces no te ofrecen las prácticas convencionales: mucho tiempo de micrófono, mucha libertad y una experiencia diferente.
La verdad es que hay muchísima información sobre estos medios, perdonad por la saturación.
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