Guía de tratamiento de noticias sobre drogas y juventud
He recibido esta guía y, aunque creo que no explica claramente las razones, os copio aquí algunas ideas que pueden ser útiles para redactar o al menos hacernos pensar en cómo nos expresamos:
- Evitar usar "la droga" en singular y genérico porque le da un carácter total y confuso. No todas las rogas son iguales y, por tanto, conviene singularizar al máximo, determinar la sustancia de la que se está informando.
- Evitar usar combinaciones como "alcohol y drogas" o "tabaco y drogas" ya que se puede inducir a la interpretación errónea de que ni alcohol ni tabaco son drogas.
- Evitar denominar el fenómeno del consumo de drogas y su contexto como "el mundo de la droga" porque se percibe como ajeno y lejano cuando, en realidad, el consumo de drogas es próximo y cercano.
- Evitar equiparar el fenómeno del consumo de drogas y sus consecuencias con términos de carácter moral y catastrofista como "la lacra de las drogas", "el azote de las drogas", "el infierno", etc.
- Evitar equiparar el fenómeno del consumo de drogas y sus consecuencias como "la peste", etc.
- Evitar frases como "caer en el pozo de la droga", "meterse en la droga", "caer en la droga", porque implican una atribución de accidentalidad que elimina en el sujeto su implicación consciente en la decisión de tomar drogas.
- Evitar la fácil asociación "drogas - juventud". Ni todos los jóvenes consumen ni todas las personas que consumen son jóvenes.
- Evitar el tratamiento del consumo de drogas como algo normalizado y plenamente integrado en la cultura juvenil. Debe evitarse afianzar el estereotipo de que para "sentirse" joven hay que consumir drogas.
- Evitar incluir informaciones (reportajes o imágenes) que hablando de cualquier consumo de drogas hagan referencia a la heroína (por ejemplo, imágenes del barrio de "La Rosilla"). El consumo de heroína no es tan preocupante como en décadas pasadas y, sin embargo, el uso habitual de imágenes o de informaciones referidas a esta droga resta importancia a otros fenómenos como el aumento del consumo de cocaína y afianzan el estereotipo del consumidor "yonqui".
- Evitar la asociación directa entre determinadas drogas y supuestos perfiles específicos de usuarios "cocaína/ejecutivos", "éxtasis/discotecas", "heroína/marginados", etc.
- Evitar definir ciertas subculturas en función de un supuesto uso de drogas: "cultura juvenil y cannabis", "fiestas y drogas", "festivales y drogas", etc.
1 Comentarios:
Son unas recomendaciones muy sensatas, sin duda alguna. Lástima que sean idénticas a las que figuraban en el documento "Actuar es posible: drogas y medios de comunicación", publicado hace ya cinco años y sistemáticamente ignorado por sus destinatarios (Mercedes Milá, Mª Teresa Campos, Jordi González y un largo etcétera de buitres mediáticos), abonados permanentemente al estereotipo, la etiqueta estigmatizadora y el amarillismo más nauseabundo cuando hablan de drogas.
Me gustaría equivocarme, pero creo que el destino de este nuevo documento va a ser el mismo que el del anterior: el cesto de los papeles. No nos engañemos, los medios sólo se fijan en la audiencia (mayor cuanto más sensacionalista sea el tratamiento de los asuntos) por mucho que, en un alarde de cinismo, pretendan hacernos creer que se dedican a denunciar "lacras" sociales. Encima querrán una medalla, los hijos de puta.
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