200.000 nombres perdidos
El alcalde y la presidenta de la comunidad se están cargando muchos árboles, quizás eso lo sabéis. Pero no sé si sabíais que en Madrid los árboles tienen nombre y apellidos.
Os presento a Alexandra Navarrete.
Según he oído, hace un tiempo se dio la moda de bautizar a la vez a árboles y a recién nacidos.
Como sigamos así, mucha gente se quedará sin nombre... Según IU podemos haber perdido unos dos cientos mil nombres.
6 Comentarios:
Me parece buena idea la de bautizar a árboles y niño, por que a la hora de defender los derechos de ese árbol por el que nadie lucha siempre habra alguien con algo en común. Quedan unidos y lo bonito seria que el bautizado defendiera a su árbol.
Que bonita idea!
Pero son nombres cualquieras al antojo del que los planta o se asocian a personas reales?
En inglaterra puedes donar un banco y te lo dedican con una plaquita en el mismo.
En Tarragona se promovió la adopción de arbolitos pero no se indicaba de ninguna forma y no prosperó.
Sí, sería bonito verlos encadenados a su árbol. Es más fácil acabar con alguien que no tiene nombre, porque así no alma, vida, pasado.
Esto de los nombres en los árboles de Madrid fue una iniciativa muy sonada en su día, me acuerdo yo y era bastante pequeño (tendría 11 años?) y tengo muy mala memoria. Creo que era alcaldo por aquel entonces (ya) Álvarez del Manzano y las placas se estuvieron poniendo y cuidando como durante unos dos años (más o menos ese es el recuerdo que tengo, aunque seguramente bastante impreciso). El caso es que después se olvidó la iniciativa, supongo porque no habría elecciones cerca o se habría pasado su efecto populista, y ahí quedaron las plaquitas, abandonadas.
Ah, en efecto los árboles se bautizaban con el nombre de niños nacidos en Madrid, es decir, nacía un niño y se plantaba un árbol con su nombre (o se le ponía la placa a uno ya existente, de eso no me acuerdo), por eso en la placa pone un nombre y una fecha, que es la del nacimiento del niño.
Un saludo.
Perdonad, quizá el alcalde de la iniciativa era Rodríguez Sahagún, un señor bastante más serio, decente y entrañable que su sucesor. Al menos esa era la imagen que tenía por aquel Madrid de finales de los 80 y principios de los 90 que salía de la resaca de la movida.
Por la fecha de las placas sí parece que es una iniciativa de principios de los 90.
Esto de no tener memoria... parece que hacemos arqueología de Madrid...
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