Un día gritado
Me da la sensación de haber estado gritando todo el día. Supongo que he gritado, pero por dentro.
Situémonos en ese gran precedente del suspenso en Edición en Televisión. Le añadimos una llamada -consecutiva a esa noticia- en la que me cuentan que se me echa de menos en la asociación (trabajamos con personas sin hogar) que dejé hace un mes por agobio y desánimo. Consecuencia: sentimiento de culpabilidad.
Prosigo montando vídeo y audio del trabajo para Periodismo Internacional. Los últimos contenidos me llegan a media noche, cuando se tuvo muchísimo tiempo para hacerlo, y hoy había que entregarlo. Diseñando y dando toques hasta tarde. No me da tiempo a hacer otra actividad obligatoria (que también había que entregar hoy) por estar acabando el trabajo en grupo... Consecuencia: sentimiento de irritación.
Hoy, después de clases monótonas y un bocadillo de queso de barra para comer, blogotaller para Red Nebrijos con Rita, Iria y Fernando (de 1º). Es algo que llevo preparando dos semanas. ¿Cómo sale? Con prisas. Consecuencia: me siento estúpida por haber pasado más tiempo despotricando que explicando las cosas.
Para rematar, en el blogotaller aparece el profesor que lleva Nebrija Digital y convierte lo que quería ser un blogotaller en una reunión de su revista. De repente la gente desaparece. El profesor –entre otros despropósitos, este lo pongo como ejemplo– me sugiere que le meta a la web un tutorial para crear blogs. Entonces le pido que abra la página y que se lea la parte donde pone “tutorial para crear blogs”. Esos pequeños detalles te dan una idea del interés real que pone quien supuestamente te apoya. Consecuencia: ganas de pisar cabezas.
No acabo de decidir si es que no me explico bien, no me escuchan o es que pierdo muy fácilmente la serenidad.
0 Comentarios:
Publicar un comentario
<< Regresar