En mi opinión –como siempre- el congreso tuvo varias faltas. La organización de eventos no es tema de esta bitácora, pero sí lo puede ser en la medida en que eso comunica a los demás una actitud y una imagen:
- El error más visible: mínima difusión. Creo que fue por un error de coordinación entre los socios (partners) españoles y costarricenses. El público fue mínimo, cuando lo que esperas de un congreso –más que aprender- es conocer a gente.
- La página web estuvo cerrada hasta dos o tres días antes del congreso. Lo cual quiere decir que el acontecimiento no tenía imagen pública, ni para apuntarse al mismo ni para que más ponentes enviaran comunicaciones.
- Participación cerrada. No sé cómo contactaron con los pocos ponentes latinoamericanos que había que no fueran parte de la fundación Periodismo Preventivo, pero el caso es que si hubiera alguien interesado en exponer una ponencia y participar… ¿dónde iba a enviar las comunicaciones con la web cerrada? Se puede decir que el congreso lo daban un grupo de amigos, pero en el público existente quedó una idea de superioridad europea.
- El programa tuvo miles de modificaciones y los ponentes finales fueron menos de los presentados en el mismo.
- Los panfletos del instituto no se repartieron bien y les faltaba el sello del Instituto de Periodismo Preventivo.
Como veis, todas las notas tomadas son funciones más de gabinete de prensa que de organizador en sí. Las he querido recoger porque yo soy parte del gabinete del congreso de ciberperiodismo que se celebra en marzo en mi universidad y se puede aprender mucho.
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