La profesora comentaba las características de la información internacional. Que si estatocentrismo, que si tendencia a la conflictividad, que si dependencia de una estructura piramidal, que si establecimiento de agendas temáticas… Estas últimas, comentó, consiguen crear una serie de estereotipos ya que limitan los temas que se cubren y, los que no están en nuestra agenda, no existen. La aparición de estos temas debe ser justificada, claro, pero a veces las razones por las que entran en la pantalla, en la página o en las ondas se debe a motivos mucho más cutres de lo que podamos pensar.

Sí, claro, nos interesan las noticias de Estados Unidos o de Reino Unido por su influencia y mandaremos a un enviado especial a un acto a China por mero prestigio, no porque ese país pinte algo aquí. Pero Paco, ya que le mandamos, pues que saque cuatro temas más, de lo que él vea, para que aproveche todo el dineral que nos gastamos en el viaje.

Y al oír esta anécdota se me ocurrió que hasta en los medios de información alternativa ocurren estos desequilibrios temáticos entre Davides y Goliats. Empiezas dándole voz a Greenpeace, a Amnistía Internacional y a la Cruz Roja pensando en que puedes estar equilibrando algo y, un día, recuerdas que hay miles y miles de organizaciones diminutas a las que no les ofreces la grabadora.

Quiero decir que es como si se repitiese la estructura. En lugar de potencias contra países excluidos o partidos mayoritarios contra sindicatitos o grandes almacenes contra el kiosco de la tía de Piluca, hay un desequilibrio en información en cuanto a las multinacionales de la solidaridad contra micro asociaciones (o la gran mayoría de las minorías).

P.D.: Muchas veces se oye decir que hay demasiada ONG y que deberían unirse y tal y tal, pero después de compararlas, yo prefiero el modelo micro.