Mi trabajo no es serio
Eran las tres y yo continuaba aún en la oficina. Mi madre me llamó y me preguntó por qué seguía trabajando, tenía que estar comiendo. Le dije que quería dejar ciertos asuntos terminados y que ya habría tiempo de alimentarse. Pero ella insistía, igual que si tuviera diez años y estuviera jugando a la pelota en lugar de ir a merendar. Creo que tiene la percepción de que lo que estoy haciendo es jugar.
Mi madre parece haberse formado expectativas muy personales de mi futuro profesional. Al parecer me ve presentando las noticias de Antena 3 o algo en esa línea. Lo peor es que creo que no es la única que no se toma en serio mis intereses. De hecho, un amigo me comentaba el otro día algo así como que por culpa de esas aspiraciones mías “tan alternativas” puedo estar limitando el futuro que tenga.
Aún no he probado a presentar un telediario, pero tal y como me lo imagino (exceptuando experiencias como La 2 y similares) preferiría estar sacando huesos y cerámica en una excavación levantina, que es mi segunda vocación.
La verdad es que contrasta mucho la percepción que yo tengo de mis prácticas y la que tienen mi familia y muchos amigos... Me parece estar escuchando Equilibrista de Cecilia... jajaja...
0 Comentarios:
Publicar un comentario
<< Regresar