Como ya sabéis, trabajo visitando ONGs y muchas me comentan la necesidad de tener su propia página web. Yo misma veo la necesidad no sólo de página web, sino de que aprendan a expresar sus necesidades para encontrar lo que buscan. Lo de la web, quiero decir, es una buena excusa para introducirles los conceptos más básicos sobre comunicación.

Está claro que lo ideal es que existiesen herramientas específicas como directorios y perfiles para que se encuentren voluntarios, beneficiarios y organizaciones (serían del tipo Orkut, v2v, Koro); servidores con espacio para sus páginas (como Geocities, Socialia, Risolidaria, Blogia, Blogger); y, además, un programa editor (como Blogia, Blogger, etcétera).

Está claro que eso sería lo ideal, pero me he dado cuenta de que aunque existiera probablemente no funcionara todo lo bien que podría, ya que es necesario un trabajo de raíz: sentarse con ellos y formar a los mismos voluntarios en el uso de las herramientas de Internet.

En ese sentido, ya he tenido contacto y resultados con organizaciones como Inventa o CreARTE. De esas experiencias he estado recopilando una serie de consejos que he publicado en un cuaderno de bitácora nuevo. Aunque son cuestiones de comunicación que podrían haber entrado en La Broma, he abierto un nuevo cuaderno para no confundir a las ONGs.

El cuaderno tiene las siguientes secciones:

• Presentación, en la que trato de introducir conceptos básicos del mundo blogger (qué es una bitácora y por qué aplicarla al mundo de lo social) y el propósito del cuaderno.
• Por qué comunicarse, sección para convencer aún más de la necesidad de esforzarse en este campo.
• Experiencias, con cuatro blongs (blogs de ONGs) de momento creados dentro del proyecto para que el público contemple por sí mismo los resultados.
• Sistema Blogia, sección en la que comento paso a paso cómo crear y alimentar una bitácora con la herramienta de Blogia.
• Consejos de comunicación, que será un cajón de sastre para depositar ideas y recomendaciones para trabajar los contenidos de la bitácora y también para desarrollar una comunicación integral en la organización.

Voy a anunciar, con la boca pequeña, que en la fundación están encantados con la idea y estamos estudiando crear talleres para enseñar todo esto a ONGs pequeñas de escasos recursos. El problema es que es un riesgo recomendar herramientas que no son tuyas y de las que no conoces su estabilidad.