De becaciones, capítulo 2: "Hija mía, ¿y dónde dices que trabajas?"
Dedicado a mi madre, quien -cinco días antes de irme del piso donde estuve en agosto- me preguntó “¿y dónde vives ahora?” y quien –tras tres meses de beca- me inquirió: “¿y qué haces en ese sitio?”.
Canal Solidario es un “periódico digital sobre acción social, desarrollo sostenible, paz y derechos humanos, comprometido con una comunicación libre, participativa y plural que actúe como motor de cambio hacia una sociedad más incluyente y justa”. No lo digo yo, lo dice la página de la Fundación Chandra, que no es otra cosa que la madre de la blanca flor. Además de noticias tiene secciones como agenda (para divertirse-aprender y a la vez actuar), tablón de anuncios (para ofrecer o encontrar), bitácora (para reflexionar), foro (para gritar), guías temáticas (para profundizar), chat (para conocerse), directorio (para buscar ONGs)… personalmente creo que tiene demasiada cosa y que alguna le sobra.

Chandra, que también es el nombre de una ciudad de India y una tienda de electrodomésticos de Chamberí, tiene otros tres proyectos más. El que mejor funciona se llama Haces Falta “cuyo objetivo es poner en contacto a las personas que se plantean realizar voluntariado o trabajar en una ONG”. Para eso tiene una lista de oportunidades de trabajo voluntario y remunerado, una guía de orientación al voluntariado, experiencias de voluntarios, foros y noticias.
Soluciones ONG es otro de los proyectos. Trata de “compartir el conocimiento” y consiste en una consultoría virtual con expertos que a la vez son voluntarios. Sí, hija mía, gente que les hace trabajo gratis a otras personas y cruelmente les quita trabajo a los demás.
Una de las cosas para mí más llamativas es eso del Voluntariado Corporativo. Se trata de incluir en las páginas de grandes empresas una Intranet para fomentar el voluntariado entre los empleados. La verdad es que conozco poco este proyecto, por su carácter interno, pero me sorprende el intento de relacionar empresa con voluntariado.
Espero que pronto mejoren la apariencia de la página principal de la fundación… A parte de lo oficialmente dicho, y obviando la parte catalana de Canal Solidario que sólo conozco por videoconferencia, la fundación está en un bajo de un barrio bien mestizo de Madrid. Es un local bien iluminado, que huele a nuevo y a la comida del bar de al lado. Es demasiado caluroso, con suelo de madera y sin tabiques: todos estamos juntos, repartidos por mesas con nuestros correspondientes ordenadores. Ponemos música para trabajar y a la una ya están casi en la cocina (que compartimos con nuestros vecinos de Solidaridad Internacional).
De vez en cuando alguien se pelea por teléfono con un funcionario y le contesta mal o ignoramos correos o llamadas que podrían ser noticia. Además hay cansancio porque se repiten muchas preguntas, porque muchos temas, cara y ruedas de prensa parecen calcados y porque hay quien llama antes de documentarse exigiendo tener un billete ya para ir a “un país, preferentemente anglófono, para aprender idiomas y de paso ayudar”. También hay quebraderos de cabeza por subvenciones y por alguna cuestionada ética de empresas patrocinadoras.
Claro que sí, cada sitio tiene suciedad, cada uno en su cantidad correspondiente. Pero yo creo que he tenido mucha suerte. Y llegados a este punto quiero mandar saludos a mi madre, por si me está leyendo.

0 Comentarios:
Publicar un comentario
<< Regresar