Se okupa casa
Dije que Barcelona era un remanso de paz... Me equivocaba un poco. Legionela, muerte en el Puerto Olímpico... dicho así parece un poco escabroso. Pero es lo que pasa en verano en esta ciudad mareada de Fórum. Por cierto, ahí también pasan cosas, aunque sea algo tan risible como desprendimientos de techo en uno de esos fantásticos edificios. Que no me preguntéis como son, ni he ido ni pienso ir, así que Olga, ya puedes subastar esas entradas. :-)
Al tema. Hoy quería hablar de otros edificios. El tema de los okupas aún colea. La antigua fábrica HAMSA fue reokupada simbólica y nostálgicamente, y se han producido más "tomas" de edificios abandonados en otros barrios de BCN y en localidades como Mataró o Sabadell. Mi compañera de la famosa tele conoce a gente del colectivo y se enteró de la okupación reciente (¡hace dos días!) de una casa vieja en nuestro Distrito, justo al lado de la sede del Ayuntamiento. Fuimos para allá. Yo no puedo presumir de tener contactos entre el movimiento okupa así que adopté un papel más bien pasivo (aguantaba cámara o trípode, dependiendo del momento). Ella consiguió que nos dejaran entrar y que encima nos hicieran declaraciones. No querían que se les viera en cámara, pero ahí estuve ocurrente y sugerí cogerles sólo voz y encuadrar a otro sitio.
El interior de la casa... Imaginaos. Habían entrado hacía dos días, o séase, el domingo de madrugada. La casa pertenece, se dice, a una familia muy antigua e influyente del Distrito de San Andrés de Barcelona, a los descendientes del doctor Cararach. La vivienda adjunta parece ser que era la consulta.
El suelo, de baldosa buena. Muebles muy antiguos. El patio, una auténtica selva. Mi compañera cayó en un agujero que según nos indicaron amablemente, era una cueva de ratas. Techos de ladrillo abombados, manchas de humedad, techos falsos de escayola derrumbados. Y cadáveres de palomas fosilizadas. Impresionante. Un esqueleto perfectamente definido que haría las delicias de cualquier biólogo , con una explícita mancha húmeda alrededor. Se me notó que no me hacía mucha gracia, no en vano no soy bióloga. También había más restos de paloma barcelonesa centenaria en un escalón por el cual había que pasar... Escalofríos.
Dejando aparte estos temas, entrando en una casa okupa me di cuenta de que hay cosas que se obvian cuando se cubre alguna información al respecto. He de decir que en estos últimos altercados se ha dado también, mediáticamente, voz al colectivo okupa. No en todos los medios se les ha tratado de una pandilla de vándalos. He visto a okupas haciendo declaraciones, he leído informaciones que no iban más allá de los hechos y que no entraban en la crítica.
No obstante, pocos hablan del movimiento cultural alternativo que los okupas generan frecuentemente alrededor de sus centros de ocupación (centros cívicos autogestionados, salas de concierto y de ensayos, etc) y sobre todo, nadie habla de la cantidad de casas insultantemente vacías en el centro de la ciudad, donde hasta las palomas se pudren por negligencia de los propietarios o por quién sabe qué intereses. Se me escapa. Eso sí, bien protegidas por una alarma. Que en este caso, en la casa del insigne doctor, falló.
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