Cartas al director
¿Quién se encarga de leer y seleccionar las cartas al director? Supongo que aparte del interés también habrá algún criterio, ¿no? Y ya por curiosidad: ¿hay personal dedicado a leerlas y clasificarlas?
He estado mirando el libro de estilo de El País y no dice nada al respecto. Sólo habla de cómo han de escribirse las cartas.
Todo esto viene a cuento de un debate que tuvimos en clase de Derecho.
Por un lado se argumentaba que los periódicos pueden discriminar las cartas al director por razones ideológicas porque, en el fondo, son empresas privadas y tienen derecho a mirar por sus beneficios. Según esta postura, entonces, ¿los periódicos no cumplen una función pública? Por esa regla, creo yo, los periódicos pueden mentir descaradamente en sus informaciones, que son otro contenido que ofrecen como empresas privadas. Quizás es que tendemos demasiado a pensar que los privados y los particulares casi que no tienen deberes, ¿eh? El otro día leí que la mayoría de los que escriben una bitácora piensan que no se les puede demandar por las cosas que en ella escriban.
Por otro lado se afirma que los periódicos son empresas privadas, sí, pero cumplen una función pública, que no es otra cosa que el deber de informar. El ejemplo quizás se ve mejor con el caso de las televisiones. Las cadenas de televisión privadas tienen algo de público. Al menos en España, no sé en otros lados. Las televisiones privadas surgen y viven como concesiones estatales.
Corregidme si me equivoco: creo que pasa algo parecido con los periódicos y otros medios de comunicación. El Estado es el que tiene el deber de informar, pero permite que empresas privadas se dediquen a ello.
Al final del todo, como casi todos los debates que tenemos en clase de Derecho de la Comunicación, el profesor acaba concluyendo que sí tenemos el derecho a denunciar que no nos han publicado una carta al director por discriminación ideológica, pero es algo complicadísimo de demostrar.
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