Las palabras también creen en Dios
Estaba mirando todo ese pelotón de palabras que se juntan en el periódico y me preguntaba si no se sentirán, como los existencialistas, anuladas entre la masa.
Probablemente las palabras no sólo tienen vida propia, sino que también se preguntan quiénes son, de dónde vienen y a dónde van. Como la mayoría de nosotros en algún momento de nuestras vidas. Seguro que se sienten zarandeadas por un ser superior que desconocen y que las lleva a recorrer caminos extraños. Se preguntan cómo somos sus dioses y por qué su mundo tiene esas normas que parecen tan arbitrarias.
Las mismas palabras se preguntan por su significado en la vida.
Pocas personas se han preocupado por el profundo drama existencial de las palabras. En “Gorgias, o de la Retórica”, el diálogo de Platón, Sócrates se detiene en examinar por qué se usan tantas veces sin ton ni son.
Los asistentes al banquete de la erudición socrática esta vez son su discípulo Querefonte, los sofistas Gorgias y Polo, y Calicles, personificación del político defensor de la teoría del derecho del más fuerte. Éstos se preguntan por qué no pueden jugar y beneficiarse de las palabras, como diosecillos, ya que tienen ese poder.
El redundante desarrollo de la conversación y el arcaico lenguaje no impiden disfrutar del juego lógico al que Sócrates somete a sus interlocutores. Mediante preguntas, el filósofo empuja a los demás hacia sus razonamientos, de modo que con la autoridad (casi autoritarismo) con la que defiende su posición hace incapaces a los demás de sostener argumentos en su contra.
Sócrates hace examen de lo que es la retórica y de lo que debe ser. De forma tajante, rechaza la idea de una retórica cuyo fin no sea el bien. La eticidad de la retórica es el aspecto en el que se centra todo el discurso que Sócrates elabora. El lector, como un asistente más a la comida, puede paralelamente enjuiciar todo el sistema que han montado los retóricos de la actualidad.
Pero no sólo eso. Este libro también supone una buena oportunidad para solidarizarse con las palabras y preguntarse de dónde vienen y a dónde van.
GORGIAS, O DE LA RETÓRICA. (DENTRO DE "DIÁLOGOS") Platón. Introducción de Carlos García Gual. Traducción de Luis Roig de Lluis. Austral. Madrid, 1996. 272 páginas, 7,25 euros.

0 Comentarios:
Publicar un comentario
<< Regresar