DEBATE. Tergiversar las declaraciones
La anécdota que me ha ocurrido hoy puede abrir un buen debate. Es graciosa, porque al chico sólo le iba a preguntar algo tan ingenuo como: "¿qué tres cosas se llevaría a una isla desierta". Pero, antes de que pudiera hacerlo, me espetó:
- Lo siento, pero hace tiempo que decidí que no hablaría con ningún medio porque creo que tergiversan la opinión de las personas.
Siento no respetar en parte su opinión porque lo estoy comentando aquí. Y digo en parte porque no soy ningún medio.
¡EL DEBATE!
La pregunta ya no es sólo si tergiversamos o no las opiniones, porque está claro que esto se produce.
La idea es la siguiente: ¿puede uno cerrarse a cal y canto a aportar información por esta razón?, ¿no está produciendo él mismo más desinformación?
Lo cierto es que yo misma me planteé esto alguna vez, y lo rechacé. Me ocurrió sobre todo cuando me hicieron mi primer (y única hasta ahora) entrevista. Aunque yo había dicho todo lo que se había publicado, no habían anotado nada de lo que yo quería destacar.
Personalmente, creo que hay que ser un poco más combativo. En las conversaciones normales también se suele tergiversar la información del otro y dibujar otra imagen diferente a la que quiere dar. Sin embargo, si se produce esto, creo que hay que luchar por corregirla y tratar de modelarla como uno puede. Por otro lado es complicado que todos opinen igual sobre lo que haces, que todos les pongan el mismo nombre a las cosas.
Claro que hay distinguir la tergiversación voluntaria y la involuntaria. Y quizás también la grave y la leve (como son la anécdota del chico y la entrevista que me hicieron). En la involuntaria, uno de las causas de que se produzca, en mi opinión, es lo poco que se convive con el interlocutor. En cuanto a la voluntaria, no puedo decir más que hay que combatirla igual que a una guerra o al hambre. Y ese combate nunca se parecerá a cerrarse a cal y canto.
Mucho más tarde de esa primer entrevista, al plantarme lo contrario a cerrarme a los medios, es decir, trabajar informando, se me ocurrió que debía tratar de que las partes aceptaran lo que había escrito antes de publicarlo. Cosa imposible en el directo de la radio o de la televisión. Es posible, sí, en los medios que disponen de tiempo para hacerlo. Pero, créanme, tratar de confirmar la satisfacción por el texto de las fuentes de la información generaría un voluminoso número de puestos de trabajo. Y, sin embargo, aunque sea tan difícil, creo que se debe seguir intentando.
¿Cuál es tu opinión?
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