Los lunes al sol, las noches a la intemperie 6
El tercer brazo impide que alguien pueda dormir en él. / OFB.
La coordinación, un objetivo pendiente
Quizás debido también a esa ausencia de información, la red permanece descoordinada internamente hasta el punto de que una gran parte de ella resulta invisible, no sólo socialmente, sino incluso para las propias personas que trabajan en el sector. Muchas de ellas no conocen algunas de las experiencias que se realizan en su misma localidad o en la misma provincia. Según los datos de Cáritas, la red provincial resulta invisible en un 55% para las propias personas que trabajan en el sector.
Para Ernesto Cabello, el jefe del Departamento de Personas sin Hogar del Ayuntamiento de Madrid, es "un objetivo permanente de este Departamento la coordinación de todas las organizaciones que trabajan con las personas sin hogar y hay que reconocer avances considerables. La propia red FACIAM (Federación de Asociaciones de Centros para la Integración y Ayuda a Marginados), el convenio con dicha red y las reuniones técnicas de coordinación, así como la transmisión diaria de información sobre la forma de intervenir con los usuarios son logros importantes".
Por otra parte, Cabello añade que "cuando nos reunimos con nuevas organizaciones que inician su trabajo en este campo les indicamos lo recomendable de una acción conjunta con todos los dispositivos de atención a personas sin hogar. Las recomendaciones de coordinación no siempre son seguidas como a nosotros nos gustaría y no podemos anular la autonomía a que tiene derecho toda organización". Esta descoordinación provoca por ejemplo que no se aprovechen todas las posibilidades de los recursos o que haya grandes diferencias entre los servicios.
hasta el punto de que una gran parte de ella resulta invisible,
no sólo socialmente, sino incluso para las
propias personas que trabajan en el sector.
No son diferencias sólo en cuanto a la calidad, sino en las mismas reglas de intervención de cada centro. La regularización de los aspectos metodológicos y profesionales que deben regir la intervención social es otro punto esencial en el que se debe trabajar. El estudio de Cáritas señala como falta que no todos los que necesitan los recursos sociales pueden acceder a ellos en igualdad de condiciones. Mientras que los varones tienen acceso al 93% de los centros, las mujeres sólo tienen acceso al 75% y las parejas y/o matrimonios son acogidos en la mitad de los centros.
Cabello explica que es difícil regularizar recursos que no gestiona la misma administración: "nosotros consideramos que se deberían tener dotaciones de profesionales y establecer unos acuerdos en cuanto a metodología, criterios de intervención, tipo de atención etc., pero no podemos imponer nuestra visión a las organizaciones". Además de la invisibilidad de los centros entre sí mismos también se ha generado una invisibilización desde la sociedad hacia las personas sin hogar.
La tendencia a invisibilizar la pobreza se ha podido comprobar este año, por ejemplo, con el sonado cierre y tapiado de los túneles de la Castellana donde algunos sin techo se cobijaban o con la instalación hoy "y desde hace tres años" de bancos anti-mendigos en las aceras y parques. Estos bancos anti-mendigos se caracterizan por disponer de un tercer brazo justo en el centro del banco. Este tercer brazo impide que alguien pueda acomodarse para dormir en ellos. Así los sin techo tienen que buscarse cualquier otro lugar para pasar la noche.
donde algunos sin techo se cobijaban
o la instalación de bancos anti-mendigos en las aceras
y parques son ejemplos actuales de la tendencia a invisibilizar la pobreza.
Aunque existan también estas tendencias se están realizando esfuerzos por cambiar la realidad de las personas sin hogar. Prueba de ello son los premios que "en forma de apoyo económico" la Fundación Telefónica repartió entre organizaciones que, tras un concienzudo estudio de sus proyectos, resultaron innovadoras o ejemplares en la atención a estos colectivos. El concurso se tituló "Un techo y un futuro".
Este es también el título del libro que recientemente han publicado Pedro Cabrera, Graciela Malgesini y Antonio López sobre buenas prácticas de intervención social con personas sin hogar. En el libro se recogen, además de un análisis de las organizaciones que ganaron el concurso, prácticas novedosas que realizan otras organizaciones a nivel internacional y nuevas ideas que proponen los expertos. Estos son algunos de los esfuerzos para que, algún día, los que pasan los lunes al sol, las noches a la intemperie y las fiestas sin familia, puedan contar con un techo y un futuro, puedan comprar libros de los grandes filósofos y ¡quizás! aprender francés y conocer Australia.
FUENTES. Para saber más...
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